top of page
  • Foto del escritorRaquel Laporta

¿Sabemos qué es lo que comemos?

Cada vez más estudios confirman que los ultraprocesados son perjudiciales para la salud, pero por el contrario su consumo sigue en aumento. Son los protagonistas en los supermercados, gran parte de la población los toma y, en muchos casos, sin saber sus consecuencias. Porque… ¿sabemos realmente qué es lo que comemos?


Fuente: Elaboración propia


Los ultraprocesados son productos preparados industrialmente a partir de sustancias derivadas de otros alimentos. Suelen tener más de 5 ingredientes en su composición, entre los que se encuentran harinas y aceites vegetales refinados, azúcares añadidos, aditivos y sal. Además, este tipo de productos suelen sufrir procesamientos industriales como la hidrogenación, la fritura o la refinación. Aunque suelen presentarse como sanos, no contienen nutrientes ni alimentos en su forma natural. A pesar de todo ello, cuentan con grandes campañas de publicidad, se encuentran fácilmente en cualquier establecimiento, son de consumo rápido, crean adicción y, además, son baratos.


En la actualidad su protagonismo es tal que, en apenas 10 años, la compra de ultraprocesados ha aumentado un 50%. Sin embargo, el consumo de estos productos puede originar graves problemas en nuestra salud, sobre todo si se convierte en la base de la dieta y desplaza el consumo de alimentos frescos o platos caseros. Esta mala dieta, de hecho, está relacionada con algunas de las causas de muerte más frecuentes en España: enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 o cáncer.


La compra de ultraprocesados ha aumentado un 50%. El consumo de estos productos puede originar graves problemas en nuestra salud

En contra de la promoción y el consumo de ultraprocesados nace el movimiento Real fooding. Se trata de una iniciativa que defiende la comida real luchando contra los mitos y los conflictos de intereses en el sector de la nutrición. Su creador, el nutricionista Carlos Ríos, utiliza las redes sociales como instrumento de divulgación para dar a conocer el lado oscuro de la industria alimentaria. Este entorno, al que denomina como “Matrix”, se define por estar perfectamente diseñado para que los consumidores sigan comprando productos procesados sin oponer resistencia. Una barrera que, según el artífice de este movimiento, podría romperse con el conocimiento sobre lo que consumimos.


El Real fooding cada vez gana más adeptos: Carlos Ríos cuenta con más de medio millón de seguidores en Instagram, donde denuncia diariamente los múltiples conflictos de intereses de esta industria.


"Matrix": un entorno perfectamente diseñado para que los consumidores sigan comprando productos procesados sin oponer resistencia

No es extraño que personas con un alto poder de influencia como cantantes o futbolistas recurran a la promoción de ultraprocesados. ¿El motivo? La cantidad de dinero que se invierte en publicidad de estos productos. Sin embargo, el papel cambia cuando la capacidad de compra alcanza a expertos en el sector nutricional como profesionales sanitarios, sociedades científicas o docentes, que son influenciados a recomendar estos productos a la población de forma directa o indirecta.

Fuente: Twitter @nutri_rivers


Pero, ¿por qué no se actúa a nivel estatal para acabar con esta epidemia de ultraprocesados? Según este movimiento, "la única explicación de que no se haga es la presión de la propia industria alimentaria". Desde Real fooding proponen tomar como referencia las políticas públicas aplicadas al tabaquismo o los accidentes de tráfico.


Siguiendo medidas como la subvención a la comida real, las advertencias de las enfermedades relacionadas con el consumo de estos productos en sus envases o la aplicación de impuestos, su consumo podría verse reducido.


Entre la población, el conocimiento y la acción ciudadana son aspectos fundamentales. Si somos conscientes de lo que comemos, tendremos el poder de decidir sobre lo consumimos.

58 visualizaciones1 comentario

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page